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domingo, 19 de enero de 2014

TASCA MARAVILLAS--BARES, ¡QUÉ LUGARES!



TORRE PACHECO, OCTUBRE, 1997

"¡No hay que alarmarse por el título, queridos lectores! Casi todos mis amigos y conocidos saben que me voy a referir a la tasca o bodega de Maravillas, local que ya no abre sus puertas y que pronto, muy pronto, desaparecerá demolido por la “pala” para dar paso a un edificio de nueva construcción. El progreso, inexorable y hasta cruel muchas veces, se impone, y yo quiero dejar constancia escrita para el presente y para el futuro de estas cosas que constituyen algo importante en el ambiente y costumbres de nuestra Villa.

Allí estuvo instalado el Banco del Herrador del tío Aquilino, del que dejé constancia y noticia en otro artículo inserto anteriormente en este periódico, pues bien, el edificio pasó después a ser propiedad, en los años 1929-1930, del matrimonio formado por José García Martínez,  “Pepe el Palomito” y Dolores García López, con quienes vivía su sobrina Isabel Martínez García. Allí abrieron posada y hospedaje donde se alojaban viajeros y transeúntes que llegaban a nuestro pueblo, atendiéndolos cordial y familiarmente, facilitándoles también cobijo a sus caballerías y vehículos.

Alguna que otra vez solían visitar el pueblo pequeños grupos circenses que improvisaban sus actuaciones en la misma posada, anunciando previamente con animados pasacalles la función.

Asiduos huéspedes de la posada eran: “El Primo”, tratante de ganados, Juana “La Huertana”, que traía hortalizas semanales desde Murcia, El Sr. “Pupo”, nombre con que se conocía a un músico que daba conciertos con un armónium portátil; los célebres payasos “Regaeras” y “Robapavos”…¡Eran otros tiempos!.

Pasados unos años Isabel contrajo matrimonio con Francisco Celdrán Ros (Paco “Maravillas”), quienes instalaron en parte del local una bodega-bar muy bien abastecida, que fue acreditándose, adquiriendo fama ante propios y extraños por las extraordinarias y excelentes paellas que cocinaban la Sra. Dolores y su sobrina, después de fallecer ellos la regentarían sus hijas.

En este periódico recordamos como asiduos visitantes a personas ya fallecidas como Antonio Conesa, “El Ministro”, y Antonio Garrido, y también a Don Víctor Pérez, grandes amigos de “Maravillas”; Don Víctor, en sus frecuentes vendimias al pueblo desde Madrid, donde desempeñaba un cargo como funcionario del Estado, le gustaba jugar partidas de bolos y compartir tertulias con todos ellos llenas de simpatía y graciosa picardía. Don Víctor era persona muy culta y de mucho “mundo” y buenas amistades en la capital de la Nación. Voy a narrar un gracioso pasaje relacionado con Antonio Conesa.

Se encontraba Don Víctor en Granada con motivo de la feria y fiestas del Corpus y compró allí unas caballerías destinadas a su finca de “Los Barracones” cerca de El Algar, enviándolas por ferrocarril a nuestro pueblo, con el fin de que saliera a por ellas Antonio le puso el siguiente telegrama: “Para el Ministro – Torre Pacheco. Envía caballerías por tren. Sal a recibirlas estación”. En la central telegráfica de Granada no querían admitirle el “parte”, dados los tiempos que corrían, teniendo que convencerlos para ellos, la misiva fue cursada y el telegrama entregado a Antonio Conesa en casa Maravillas, llegando las mulas a su destino.

Ya en plena democracia, regentaban el local las hijas y nietos de Paco, sobre todo Isabelita. Era centro de reunión para tomar el aperitivo y muchas veces se contaban hechos políticos y se exponían opiniones por los clientes de ideologías diferentes, pero siempre comportándose con estricta educación y respeto. Por esta razón y motivo, y por el ingenio y espontaneidad populares fue “bautizado” el establecimiento con el nombre de “La Moncloa”.

Más de una vez fue visitada la “tasca” por distinguidas personalidades de la vida política regional acompañados por correligionarios y amigos de la localidad atraídos por la símpatica curiosidad del nombre y para conocer su ambiente popular y dicharachero, al mismo tiempo que para relacionarse con toda naturalidad, con los asiduos y cotidianos clientes o, quizá, para conseguir prosélitos.

Casi todos los días venían por allí Pepe Méndez “El Pescao”, ya jubilado de su destino de Cabo de la Policía Local; el “Moreno” Bastida; el maestro talabartero Salvador “El Seco” y, otros muchos que sin lugar a dudas, hemos encontrado un profundo y hondo vacío con el cierre y desaparición de la típica bodega.
Yo desde este periódico le envío mi recuerdo:

Con nostálgica tristeza te despido

¡Oh bodega!
Fuiste lugar de tertulias con amigos.
Allí, libábamos tus “caldos” y “palomas”,
Alegrando la vida, gastando bromas,
Y así pasaba el tiempo en un momento.
Yo te envío este ADIOS con un lamento:
¡Se nos fue para siempre LA MONCLOA!"

                                  J. Ferrándiz, Cronista de la Villa








Años después, en el 2006, ya en el nuevo edificio construido, Honorio, nieto  de Paco e Isabel y sobrino de Isabelita (mi hermano pequeño) abriría un nuevo local con nombre bar Honorio en el País de las Maravillas, donde te sirven desayunos, aperitivos, comidas, café y cenas, con muchas de las tapas de la antigua tasca y que pretendo ir recogiéndolas en este blog. 


Terraza Honorio con la selección española.


LA NANA

4 comentarios:

  1. Mi abuela Isabel llegó de Almería con sus tíos Pepe y Dolores a Torre Pacheco, parte de la historia comienza en tierras Almerienses, en Velez...???' Blanco o Rubio...no recuerdo ahora mismo

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  2. Doy fé de la amabilidad de Honorio y de la exquisitez de sus tapas. Con ganas estoy de volver.

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